Una experiencia dura pero gratificante la que ha vivido nuestra ponente principal, Cristina GUTIERREZ, por espacio de algo más de dos semanas.
El primer Dakar en Arabia Saudita y en Asia exploró los territorios del país más extenso de Medio Oriente. Los pilotos y sus tripulaciones anfrontaron un itinerario de casi 7900 kilómetros donde el paisaje dominante fue el desierto. Arenas, todo tipo de arenas, resultaron el eje de la competencia: el 75% del trazado tuvo esa superficie.
De antemano, este Dakar despertaba curiosidad en los participantes, al ofrecer un nuevo país, una nueva cultura y un recorrido totalmente diferente al de Sudamérica. Cada día es una aventura nueva. Nunca hay dos días iguales. Aparte de la dificultad de las etapas en sí, del terreno, de los problemas que uno va encontrando, de la incertidumbre sobre si la mecánica aguantará, de la necesidad de no cometer errores y de no perderse, hay una serie de factores tan complicados que lo hacen muy, muy duro.
Sencillamente, pasión por la aventura.